1. Evaluación y diagnóstico
El primer paso consiste en una evaluación clínica realizada por un profesional de la salud mental. En esta fase se determina el nivel de dependencia al alcohol, se identifican posibles desencadenantes emocionales y se valoran otras condiciones psicológicas o médicas asociadas que también requieren atención.

2. Desintoxicación
La desintoxicación es el proceso mediante el cual el organismo elimina el alcohol. Esta etapa suele requerir supervisión médica especializada, especialmente en casos de consumo severo. En el enfoque ambulatorio, se orienta al paciente para que reciba esta atención en un entorno clínico adecuado antes de iniciar el trabajo terapéutico.

3. Rehabilitación terapéutica
Una vez superada la etapa de desintoxicación, se inicia el proceso de acompañamiento terapéutico. A través de sesiones estructuradas, la persona trabaja en identificar los factores que sostienen su adicción, fortalece su inteligencia emocional y adquiere herramientas para mantener la sobriedad, prevenir recaídas y construir un nuevo estilo de vida.